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Fox, creador de un fascismo anticubano

Carlos Montemayor/Novelista, poeta y traductor
por: Isabel Salmerón



Desconocimiento, inmadurez, incapacidad, es lo que refleja la administración de Vicente Fox en materia de política exterior, ante el conflicto con Cuba, afirmó el escritor Carlos Montemayor, quien destacó que la actual administración no sólo desconoce la tradición que México mantenía en ese ámbito, sino que no le interesa, pues lo único que desea es ser el “sirviente favorito de Estados Unidos”, a quien obedece ciegamente.

En entrevista con Siempre!, recordó que en la descomposición de las relaciones diplomáticas con Cuba, México ha puesto piedritas en el camino que al calor de la coyuntura, ahora algunos olvidan y pareciera que las últimas reacciones que ha tenido Cuba no tienen ningún antecedente.

Hizo énfasis en la visita de Vicente Fox a la isla, donde se entrevistó con la disidencia; en las declaraciones del entonces canciller mexicano Jorge G. Castañeda en Miami provocando un desorden en La Habana; recordó cómo el año pasado casi se le prohibió, por medio de la cancillería, que hiciera cualquier intento de festejar el aniversario de la Independencia de nuestro país, así como el famoso “comes y te vas”. Sin embargo, estimó que este distanciamiento se tiene que ver como algo episódico, que más temprano que tarde se resolverá.

Isabel Salmerón.- Después de la conferencia de prensa del canciller cubano, Felipe Pérez Roque, ¿en qué posición quedan las relaciones México-Cuba?

Carlos Montemayor.- Veo el deterioro de las relaciones México-Cuba, como un caso lamentable de inmadurez e incapacidad de la administración foxista, tanto para tratar conflictos de política interna como de política internacional. Hay un afán desmedido por someterse a las estrategias e intereses del gobierno estadounidense para bloquear la isla. Hay un interés acelerado de desmantelar el Estado mexicano a favor de los consorcios internacionales, que evidencian el desconocimiento histórico que tiene del país el equipo de Vicente Fox.

Los vínculos culturales, políticos e históricos entre Cuba y México son mucho más importantes y profundos que la discrepancia que una administración federal, como la foxista, puede tener por su ineptitud con el gobierno cubano. Este deterioro debemos considerarlo como un episodio de una relación históricamente más profunda y sólida, y tener claro que no se trata de un proceso único, individual, aislable, ni mucho menos permanente: los vínculos diplomáticos con el gobierno cubano se restablecerán a profundidad más temprano que tarde. El desgaste se debe solamente a la ineptitud de la inexperiencia de la administración foxista.

I.S.- ¿Esto se debe a que la presente administración no tiene una política exterior definida, desconoce la tradición de nuestra política exterior o simplemente no le interesa mantenerla?

C.M.- La única política exterior que tiene en claro y que entiende Vicente Fox es la que proviene de las instrucciones claras y contundentes del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y del gobierno de Estados Unidos, porque son las únicas voces que escucha.

Quizás debo reconocer que no se reducen a esas tres voces la capacidad auditiva del gobierno de Fox. Debo reconocer que también atiende, de manera muy especial, las voces que provienen de consorcios como Enron, Shell, Texaco, Kellog’s, Dupont, Maseca y algunas otras empresas multinacionales que constituyen el espectro de comprensión y obediencia de esta administración.

Sirviente de EU

I.S.- Servir a Estados Unidos, ¿pero con qué intención? ¿A cambio de qué?

C.M.- Se trata de una necesidad de convertirse en una especie de sirviente favorito para el gobierno de Estados Unidos, esa es la única razón.

I.S.- ¿La situación podría deteriorarse aún más y Cuba tomar la iniciativa de romper relaciones con México?

C.M.- Cuba nunca ha roto relaciones con ningún Estado o país. Muchas naciones latinoamericanas han roto relaciones con el gobierno de Castro, así que Cuba nunca va a romper relaciones con México. Este es el que podría romperlas, por eso creo que el canciller cubano ha sido muy claro al señalar que todo este enfriamiento de relaciones provienen de decisiones unilaterales del gobierno mexicano.

Cuba nunca ha estado dispuesto a romper relaciones con nadie, pero muchos están dispuestos, por las presiones del gobierno estadounidense, a romper relaciones con Cuba.

I.S.- El primer paso para elevar el nivel de las relaciones diplomáticas lo dio el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, el martes pasado al señalar que se debe reestablecer el diálogo y encauzar las relaciones por los procedimientos diplomáticos y no a través de los medios de comunicación?

C.M.- Si fuera cierto, sincero y honesto ese comunicado del canciller Derbez, tendría que reflejarse con otras acciones correlativas en el campo de la política interna de México. El punto clave de discrepancia con el gobierno cubano se llama Carlos Ahumada. Si fuera cierta y honesta la propuesta de Derbez, el gobierno federal debería también retirar del campo mediático su intención de destruir políticamente al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, y retirar del sector mediático toda la secuela que los videoescándalos iniciaron.

Tendrían que dar muestras, en el ámbito de política interna, de esa voluntad internacional y por principio de cuentas abrir la puerta de Los Pinos a la audiencia que López Obrador pidió hace algunas semanas y que el presidente Fox se rehusó a conceder porque, ahora sabemos no por el vocero de la Casa Blanca, de Washington, sino por el canciller cubano, de un complot planeado con antelación por altos funcionarios de gobiernos de Fox con promesas de protecciones legales, financieras y políticas, a Carlos Ahumada y ni siquiera con él supieron cumplir.

La propuesta de reestablecer las relaciones con Cuba, a condición de que no se debatan las relaciones internacionales en los medios, tendría que completarse con una posición diferente en esta actitud rijosa y agresiva del complot contra el jefe de Gobierno.

Recapacitación de Fox

I.S.- ¿Qué posibilidad hay de que se dé esta señal?

C.M.- No sé, esto dependerá del grado de torpeza, recapacitación o reflexión del gobierno de Fox y no estoy capacitado para adivinar todas las entretelas turbias y torpes de esta administración.

I.S.- El canciller cubano reconoció que tienen nombres de altos funcionarios mexicanos involucrados en todo este problema. ¿Qué tan benéfico sería que se dieran a conocer?

C.M.- Cuba ya dijo que conoce esos nombres y que no pertenece a su esfera de su competencia darlos a conocer. Las autoridades mexicanas tendrán que encargarse de las vías procesalmente válidas en el derecho mexicano para obtenerlas. Aquí no se trata de si es o no conveniente que los mexicanos lo sepamos; aquí lo está en juego es que a través de un proceso y un juicio legal y justo lleguemos, tanto los mexicanos como las autoridades, a un conocimiento pleno de lo que ocurre en las altas esferas de la política.

I.S.- ¿A través del derecho internacional, México puede solicitar esa información al gobierno cubano?

C.M.- Por su puesto, así como el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, le pidió a Estados Unidos información sobre Gustavo Ponce, así se le podría pedir a Cuba, de manera institucional y correcta, apoyo para obtener la información con la que pudiera contar esa nación. Todo está en las esferas de las posibilidades, todo dependerá de cómo se pida para que se dé.

Retroceso político y social

I.S.- ¿Cuál es la imagen que en el ámbito internacional presenta el gobierno mexicano con este conflicto?

C.M.- De torpeza, de ineptitud, de irreflexión.

I.S.- ¿Y en el ámbito interno?

C.M.- El riesgo que corremos al interior del país es muy grave, porque la manipulación del gobierno foxista quiere hacerle creer a los mexicanos que este conflicto se da entre Cuba y México, cuando no es así. No hay ningún conflicto entre un país llamado México y otro llamado Cuba. Hay un conflicto entre una administración de gobierno federal inepta, que encabeza Vicente Fox, y el Estado cubano.

El riesgo en México es que nos quieren hacer creer ahora que ser mexicano equivale a apoyar, a ciegas, la ineptitud de un gobierno y los intereses de otro, como los Estados Unidos; que ser un buen mexicano equivale a odiar a Cuba. Esta manipulación está muy cercana al fascismo, es un grave riesgo político porque estaríamos hablando de una regresión, de un retroceso social, político e ideológico.

Estamos ante los umbrales de un discurso fascista que quiere hacer creer a todos los mexicanos que no importa cuán torpe sea el gobierno de México, que hay que apoyar a ese gobierno. Este es el peligro más notorio que se avecina.

I.S.- ¿Estos errores de la actual administración le podrían ser adversos al PAN en los comicios del 2006?

C.M.- Ojalá, sería terrible para México tener consecutivamente un segundo gobierno tan inepto como el de Vicente Fox y sería terrible para México tener un gobierno más de la misma orientación de política económica, de subordinación, en los procesos internacionales que ya hemos tenido, sin interrupción, desde Miguel de la Madrid, pasando por Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. México necesita un cambio verdadero y un respiro.

I.S.- En el 2000 se dijo que la ciudadanía había votado por un cambio, a cuatro años de esa decisión se sabe que ese cambio debe ir acompañado con un proyecto de nación.

C.M.- En ningún momento celebré, ni la campaña foxista ni su triunfo. Desde siempre dije que era la continuidad de las gestiones políticas de Salinas y Zedillo. De todos los candidatos que habían en 2000, el único que aseguraba la continuidad de esas políticas era Vicente Fox.

Siempre aseguré que Fox no garantizaba el gobierno del cambio, sino un gobierno de continuismo, así que a mí no me corresponde opinar sobre lo que otros dijeron en esos tiempos. Para mí, siempre fue claro que el heredero de Salinas y Zedillo, en términos de políticas económicas, era Vicente Fox. Y el tiempo así lo ha demostrado.

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